La historia del fútbol femenino en Chile a nivel de selección se inicia en la década de los ochenta, cuando grupos de mujeres comienzan a practicar el deporte de forma recreativa, organizando clubes y torneos de verano. En 1991, la FIFA incorpora la expresión femenina en forma competitiva y oficial al establecer la primera Copa Mundial Femenina, que se realizaría en China.