Trabaja en La Cabaña y allá dice haberla oído, “como si fuera una goma de camión que se reventó”. Pero si aún en la actualidad los casos de violencia de género están lejos de presentarse y resolverse de manera diáfana, el contexto en el que ocurrió el episodio lo envolvió en una nebulosa todavía más densa que 65 años después sigue sin disiparse del todo. Cuando lo llamaron vino corriendo y se puso a ayudar con varios vecinos en lo que hiciera falta.