Cuando las temperaturas descienden brutalmente a partir de septiembre, cambian sus costumbres y dedican el tiempo a leer, escuchar música, ver películas, esquiar y siguen el ejemplo de sus compañeros de habitat -los osos- y duermen tanto como el cuerpo aguante. La providencia estuvo de mi parte y pude llegar a tiempo a la estación del Alaska Railroad para realizar el checking de maletas.