Caminamos con todas nuestras maletas hasta el Muelle 6 donde preguntamos si había algún barco o yate que se dirigiera hacia Colombia. «Probad en el muelle fiscal a ver si allí hay alguno», nos comenta el vigilante de la garita de acceso. Esta ciudad no tiene muy buena fama en lo que a seguridad se refiere. Si te detienes un instante a pensarlo: ¿Solucionas algo desperdiciando segundos, horas y minutos que no volverán?