El Valencia ha anunciado en un comunicado que subastará las camisetas que lleven sus jugadores en el partido de este domingo ante el Espanyol y destinará la recaudación al proyecto de personas migrantes de Cruz Roja y a «fomentar la integración, la educación en valores y combatir el racismo». Se sienta en primera fila, lejos del palco de vips, justo enfrente de los banquillos, y desde allí grita, aplaude, se pone rojo como un tomate, abronca a los árbitros si hace falta, y abraza como un fan a los gigantes del Valencia Basket cuando ganan, que últimamente ganan bastante.