Días más tarde, el capitán general y gobernador civil de Barcelona Joaquín Milans del Bosch dictó una orden que clausuró el estadio durante seis meses y obligó a dimitir a Hans Gamper como presidente del club y a exiliarse a Suiza durante una temporada. Fue la sanción más dura que ha recibido el club en toda su historia. Jaume Sobrequés en su obra F. C. Barcelona, Cien años de historia.