En el Reino Unido aparecieron los blazers, un tipo de chaqueta de origen marino. La transición entre los siglos xix y xx fue conocida como Belle Époque o, en Reino Unido, como «época eduardiana», que coincidió en arte con el estilo Art Nouveau, caracterizado por un decorativismo exagerado. En Estados Unidos surgió en esta época el estilo «escote de corazón», lanzado en 1950 por Helen Rose. La aparición del estilo neogótico en las artes influyó en un retorno a formas medievales en el vestido: hombros caídos, mangas largas y ceñidas —tipo pagoda—, uso de telas pesadas. Los hombros se tapaban en ocasiones con encajes o cuellos de lino, llamados esclavinas o cuellos capa. Otra variedad de abrigo era el gladstone, un abrigo corto cruzado con capa sobre los hombros. La falda era acampanada, decorada con volantes, guirnaldas, plisados y festones; entre los adornos más populares se encontraba el motivo de clave griega.
Las blusas y las enaguas eran de encaje, elaboradas con profusión de adornos. Hacia 1870, las faldas se llevaron aplanadas por delante y abultadas por detrás, para lo que se sustituyó el miriñaque por el polisón, que se sujetaba con un cojín encima de la enagua. Nuestros clientes quedarán contentos al recibir un regalo publicitario de utilidad a la vez que original, camisetas de futbol replicas y nosotros conseguiremos que siempre nos recuerden y nos tengan en cuenta. En moda masculina, en la segunda mitad de siglo el frac pasó a usarse por la tarde-noche, mientras que de día se usaba el redingote. Desde mediados de siglo se apreció un cambio en las tendencias artísticas. Respecto a la primera parte de la definición, atraso de un país o región, el consenso entre expertos y no expertos suele ser unánime, las discrepancias surgen cuando tratan de definirse los «determinados» niveles. Para el talle de cintura se usaba de nuevo el corsé, con ballenas de madera o marfil en la parte delantera y encaje en la trasera.
También se cubrían con mantones de encaje o cachemira, o sobretodos como mantos, mantelets, paletones o capas Tudor. En Latinoamérica, los procesos independentistas fomentaron la formación de nuevas identidades culturales, que incluían la vestimenta como signo de identidad nacional. Para saber cuál es la parte que va a quedar estampada en tu camiseta. Para dar forma de campana, se llevaban varias enaguas bajo la falda y se acolchaban con un pequeño polisón en su parte posterior. Vestía siempre de forma impecable, tiendas de futbol con trajes de un corte excelente y corbatas diligentemente anudadas. En lugar de trabajar con patrones, Vionnet realizaba sus diseños sobre maniquíes articulados, sobre los que drapeaba la tela y la sujetaba con alfileres antes de cortarla dándole forma. La amplitud de la falda se conseguía con enaguas armadas con crin, hasta que en 1856 surgió la crinolina, una nueva versión del miriñaque, formada por aros de acero forrados de tela, sujetos a la cintura con cintas.
En los años 1880, el polisón se ensanchó, para lo que se utilizaba un armazón de alambre flexible; a mediados de esa década volvió a la versión anterior, con el uso del cojín. A finales de siglo la moda cambió nuevamente: se llevaban vestidos de sisa alta y mangas ceñidas que alargaban el torso; las mangas tenían la copa fruncida para formar picos altos, que hacia 1894 se acolcharon enormemente. En este siglo aumentó considerablemente la consideración otorgada a los accesorios y la mayoría de grandes casas de alta costura incluyeron estos productos en sus diseños de marca, especialmente zapatos y bolsos. Como accesorios se usaban manguitos, guantes, cinturones con hebillas, bolsos «ridículos», abanicos, parasoles y sombreros poke, de ala alta y atados a la barbilla. Varios artistas constructivistas diseñaron indumentaria, como Vladímir Tatlin, Liubov Popova y Varvara Stepánova. Con el tiempo y el éxito, numerosos artistas hip-hop cobraron un creciente gusto por la extravagancia —abrigos de piel, zapatos de piel de cocodrilo— y el uso de abundantes joyas —conocido como bling-bling—, sobre todo cadenas de oro y diamantes. Otras artistas que han tomado inspiración de la cantante han sido Britney Spears y Christina Aguilera, así como Katy Perry, Gwen Stefani, Pink, Cameron Díaz, Kim Kardashian y Kylie Minogue entre muchas más.