Como colonia inglesa y bajo su dominación, el combinado jugó su primer partido el 28 de mayo de ese año frente a la selección nigeriana, que se encontraba también bajo el régimen británico, en la ciudad de Acra. Desde la Copa Mundial de 1982 el premio fue instituido oficialmente como el «Botín de Oro». La ópera siguió contando en esta centuria con muy buena acogida, y el Gran Teatro del Liceo pasó a ser uno de los centros operísticos más reputados a nivel internacional.