La selección holandesa llegaba tras 36 años sin disputar un Mundial y además contaba con Johan Cruyff como capitán del equipo y gran figura Mundial, por lo que la ilusión que había en Holanda en ese momento era máxima. La inauguración sería en 1940, en un partido ante Barracas Central, que Argentinos ganaría por 2-1, dando inicio a una campaña en que se consagraría campeón de la división sin ser promovido a la división de honor por una cuestión burocrática, debido a que no tenía un estadio en buenas condiciones para afrontar la máxima categoría, obteniendo a cambio una magra indemnización económica por parte de la AFA.