A finales de octubre, cuando se cumplían los cuarenta días del asesinato de Mahsa, la prensa internacional se hacía eco de una peregrinación masiva al lugar en el que la joven había sido enterrada, camiseta polonia en la que habían participado más de diez mil personas. En pocos días, el Club Getafe Deportivo tenía ya 700 socios, una cifra respetable dada la escasa población de la época, siendo nombrado presidente posteriormente Jesús Sacristán.